Me Cambié de Chamba. Un Giro de 180°.

La gente con la que trabajas es todo. Cómo una chamba puede dar el giro 180. Mucho de tu experiencia en una empresa la dicta tu jefe/jefa, para bien o para mal.

Me fui de un jefe que me hacía sentarme enfrente de él en su escritorio durante las 8 horas del día laboral para ayudarle con X, luego con Y, y después con Z a una que me da 100% autonomía en mis proyectos y total confianza en lo que hago.

Claro, no todos los días me sentaba enfrente de él, pero ese era su management style. Si no me veía que estaba en mi escritorio y necesitaba algo inmediato, me marcaba varias veces al celular y contestaba con un “ que onda Mau, donde andas?” haha.

Su estilo era algo así como si no te veo seguramente no estas trabajando. Puedo seguir hablando de mi experiencia con él, pero no es el mi objetivo ni el motivo de este post.

La verdad es que me siento muy agradecido por esta chamba pasada que tuve. Me dio mucho experiencia, conocí gente cool, y agarre muchas herramientas que no tenía. Hubo rachas malas, pero también hubo buenas.

Hace unos meses entré a una nueva empresa que se llama Seven Sundays y nunca creí estar tan contento trabajando para alguien más que no fuera yo. Pensé que trabajar para alguien más era siempre este sentimiento de sentirte como un peón o algo así haha. Pensé que era muy raro conseguir un jale en el que “checks all the boxes”. Claro que cada quien tiene sus boxes… en este caso me refiero a las mías.

En mi primera visita a los headquarters en Minneapolis nos invitaron al juego de los Twins de baseball con el equipo de operaciones y el co-founder a mi derecha.

En Mayo del 2023 me salí de una empresa que me dio muchísimo y fue una etapa de mi vida increíble. Decidí salirme porque ya estaba topado y quería aprender de otras personas, otras perspectivas y maneras de hacer negocio. Ya estaba ciclado y no era sano seguir ahí.

La fruta que se fue de verde, luego maduró, y luego ya caducó. Y creo que caducó hace tiempo pero no me había deshecho de ella. Era hora…

Me cayó el veinte un día que llegué a la oficina, me senté en mi escritorio y literalmente dije “¡Qué chingados sigo haciendo aquí?” Fue el momento que decidí que me iba a salir. No tenía de otra. Era hora y no podía seguir ignorando mi intuición de salirme de ahí.

No era una decisión tan fácil porque tenía una visa de trabajo con esta empresa y con ella podía vivir en San Diego, California. Pero mi esposa también trabaja y tenía su propia visa de trabajo, así que podía colgarme de su visa para seguir viviendo aquí. Aunque esa visa no me permitía trabajar, sólo vivir en el país. Puro gasto y 0 ingreso!

Luego luego de que me salí emprendí un negocio de reclutamiento para conectar empleados remotos en México para que trabajaran en empresas gringas. Hice varios conectes exitosos, pero me di cuenta rápido que no era algo que ni me gustaba ni iba a poder hacerlo durante los próximos años. No me latió y lo enterré rápido.

Aprendí un poco de los procesos de reclutamiento, entrevistar, etc. De toda experiencia se aprende, especialmente cuando es un ´fracaso´. CERO pena me da decirlo, al revés me da orgullo decir que tuve los eggs para empezar algo de cero, salir de mi zona de confort, y hacer muchas cosas yo sólo.

Estas experiencias que fui acumulando en estos meses fueron clave para darme cuenta de lo que quiero y lo que me gusta. Me di cuenta que me encantan los productos. Desde hace mucho tiempo de hecho.

Es increíble cómo a veces las cosas son tan claras y están en frente de ti, pero hay algo que te impide verlas. Pienso que a veces no seguimos nuestra intuición por razones externas o que traemos en el subconsciente.

Por ejemplo: quiero perseguir esta ruta o este ramo, pero no quiero quedarle mal a mis papás así que tengo que irme por este camino. Sabes que lo que te llama y te gusta es el camino A, pero sigues el camino B por razones externas. Creo que a muchos nos pasa y es normal.

Decidí buscar empresas chicas o en etapa de crecimiento en USA que se enfocaran en productos de comida saludable o productos de apparel (o sea ropa deportiva o del tipo). Puedo decir que estoy casi al grado de obsesión por estas industrias. Me encantan las marcas, sus productos, la comunicación, la operación, manufactura, estrategia, números, etc.

Después de platicar con varias marcas, di con una empresa (Seven Sundays) basada en la ciudad de Minneapolis, Minnesota. Son una empresa de productos de comida, enfocada en la categoría de “breakfast”. Tienen productos como cereales, granolas, avena, y muesli. Todos hechos con ingredientes reales como avena, miel, dátiles, etc. Lo mejor de todo es que están BUENISIMOS. De neta....

Este es un camioncito que tienen afuera de las oficinas de Seven Sundays que lo usan a veces para exponer el producto y darle de probar a la gente en eventos.

Caí como anillo al dedo a esta empresa. La cultura es 100% gringa, pero muy diversa y cool. La fundadora y CEO es de las personas más increíbles y capaces que me han tocado en la vida. A parte suuuper buena onda, generosa, y sencilla. Encontré lo que estaba buscando. Ah bueno, no al 100% gringa porque ya entró una amiga mexicana que es muy buena lo que hace y también tiene experiencia en la industria de food.

En mis meses anteriores de reflexión, me di cuenta que quería trabajar con gente inteligente, fregona, cool y de perspectivas diferentes a la mía. Pero con valores similares. Este cambio para mi fue de 180 grados. Me siento mucho más en sintonía conmigo mismo, y al mismo tiempo siendo super retado con problemas diferentes y proyectos que nunca había lidereado en el pasado.

Estoy tratando de decirme a mi mismo que lo encontré porque lo estaba buscando. Que lo atraje y que estoy aquí por algo. No sólo yo tuve suerte, pero ellos también porque me tienen a mí. Me la tengo que creer para alcanzar mi top performance en la chamba.

Esta foto la tomé en una corridita que nos echamos varios del equipo antes de ir a jalar a la oficina. En Minneapolis hay muchísimos lagos. Le llaman “Land of the 10,000 lakes”.

Estoy en un proceso también de desaprender cosas que aprendí en la chamba anterior. No hablo de cosas técnicas, sino de maneras y formas de operar en una empresa. Acá la organización es super flat, o sea que casi no hay jerarquías. No hay que si el jefe, ni el jefe del jefe, ni tampoco personajes que se les tiene que hablar de usted porque hicieron X o Y en su pasado. No hay gente que esta “entitled”.

Es una cultura en donde todos son casi igual. El warehouse manager tiene la misma voz que la que lidera las ventas de la empresa. Creo que este tipo de culturas son muy enriquecedoras porque las ideas vienen de todos lados y de diferentes perspectivas o ángulos.

Ah, y aparte la empresa esta teniendo un crecimiento tremendo. Yo ya estuve en una empresa que tuvo este crecimiento anteriormente. Esto me da un plus, porque tengo una idea de lo que se viene y ciertas cosas que hay que hacer y priorizar. Muchas cosas sigo aprendiendo, pero no es un camino totalmente desconocido.

Todas las experiencias sirven. Malas, buenas, o una combinación de las dos. Me quedo con que cada experiencia te sirve para algo y es clave siempre ser genuino-a. Eso sí, cada vez valoro más ser amable y tratar bien a los demás. Siempre siendo genuino.